lunes, 16 de abril de 2012

El río Kawarau

El río Kawarau, al noroeste de Otago en Nueva Zelanda. El río, es un destino de deporte aventura, con rápidos fuertes y corrientes que pueden resultar peligrosas.



Los pináculos Putangirua

Putangirua Pinnacles es la mejor colección de chimeneas de hadas de Nueva Zelanda.





El monte Sunday

El monte Sunday, en la parte alta del valle Rangigata en Nueva Zelanda.







Matamata

Matamata, es una pequeña aldea rural donde el color verde intenso aunque parezca irreal, es característico de tantos parajes de Nueva Zelanda. Es parte del distrito de Matamata-Piako.











Tongariro

El Parque Nacional Tongariro de Nueva Zelanda.









Ilulissat

Ilulissat es un lugar donde se asienta un pintoresco pueblo 200 kilómetros al norte del Círculo polar ártico donde apenas viven poco más de 4.000 personas y donde gigantes de hielo parece acechar a metros de las casas.






Ilulissat es un lugar en medio de la nada, y sin embargo, no faltan atractivos, como la casa museo del nativo Knud Rasmussen, el fiordo de Ilulissat, declarado Patrimonio de la Humanidad, algunos asentamientos abandonados en cercanías, y claro, los paisajes.









































Al sur de la ciudad se encuentra el fiordo de Ilulissat, Patrimonio de la humanidad desde el año 2004. El fiordo helado con más de 40 kilómetros de extensión y un ancho de 40 kilómetros, desprende toneladas de icebergs y trozos de hielo a diario, emergiendo a mar abierto e iniciando un viaje de meses hasta derretirse por completo.

La bahía de Halong

La bahía de Halong es una de las postales de Vietnam. Nos internamos virtualmente en las villas flotantes que representan la adaptación de los habitantes a la geografía bastante abrupta del lugar. En la bahía Halong, lo que escasea es el terreno plano, entre promontorios de origen kársticos, islas y pequeñas rocas que emergen en el agua.

La riqueza pesquera del lugar fue suficiente para que muchos pensaran en establecerse viviendo sobre estructuras flotantes, en casas que de un modo permanente permanecen en el agua y sin contacto directo con tierra firme.

.




En las villas flotantes de la Bahía de Halong, todo depende del agua, y su forma de vida, está completamente ligada a la pesca y la extracción de mariscos. Imposibilitados por completo de realizar cultivos en la zona, los habitantes de la villa viven de la pesca y cada mañana parten en busca del sustento.
.














Las comunidades flotantes más conocidas son las de Cua Van, Ba Hang, Cong Tau y Vong Vieng. Sus habitantes también se las ingenian para practicar la acuicultura marina, de hecho, son aguas poco profundas y calmas donde habitan decenas de especies de peces y moluscos. Claro que a pesar de lo idílico que se ve el lugar, no faltan algunos problemas por contaminación de la mano del crecimiento poblacional y el turismo.