jueves, 12 de abril de 2012

La cordillera tallada

A lo largo de cientos de años, en Filipinas, los pueblos nativos descendientes de los Batad se encargaron de tallar montañas para adaptarlas a sus necesidades para la producción agrícola. El resultado de la tarea realizada de un modo manual es una obra descomunal: un área de más de 10.000 kilómetros cuadrados de cordillera completamente tallada con terrazas de cultivo en sus laderas, en el área de Banaue (Banawe), un municipio de la provincia de Ifugao, en Filipinas..



























Las Salineras de Maras

En la provincia de Urubamba, en Perú, una montaña se recorta en miles de terrazas blancas en declive que vistas desde lo alto, y según la luminosidad a cada hora del día, conforman texturas y tonalidades sorprendentes. Son las centenarias Salineras de Maras, sobre una ladera de la montaña Qaqawiñay en el Valle Sagrada de los Incas.



















Las terrazas de Sa Pa

Los campos de terrazas de Sa Pa en Vietnam.


















Las terrazas de Longsheng

A dos horas de Guilin, en Chinna, se encuentran las terrazas de Longsheng brindan el espectáculo adicional del colorido por tonalidades según cada estación:



















Las terrazas en Isla del Sol

Entre las más vistosas en Sudamérica, también se encuentran las terrazas de la Isla del Sol del lago Titicaca, construidas por los aimaras.














Las terrazas de Perú

Los Incas desarrollaron el sistema de terrazas conocido como andenes, construidas en las laderas de las montañas andinas en zonas de valles estrechos y profundos. Construidos antes de la llegada del europeo a América, aún continúan utilizándose en diversos puntos, sobre todo de Perú.





Las terrazas podrían considerarse todo un emblema de los Incas en su proceso de adaptación a la geografía abrupta. Las terrazas están presente en la obra maestra Inca, Machu Pichu:









Moray: Un caso particular es el sitio arqueológico de Moray en Cusco. Lo que parece un anfiteatro es un increíble complejo de explotación y experimentación agrícola de los Incas, una especie de laboratorio de cultivos a cielo abierto en donde se estudiaba la disposición de los cultivos en función de la altura, simulando 20 diferentes microclimas:








Las terrazas de Yunnan

Las terrazas de Yunnan, en Yuanyang, un área al sur de la provincia homónima en China, conforman un paisaje intervenido por el hombre que brinda un panorama de tonalidades y atmósferas casi irreales simplemente espectaculares:













Las terrazas de Ubud

Cerca del pueblo de Ubud, en Bali, Indonesia, se encuentran algunos de los arrozales más bonitos del mundo, entre quebradas escarpadas, palmeras y el verde exuberante:














El sextante y la navegación



Un sextante es un instrumento óptico de navegación que se utiliza para establecer la posición mediante la medida de la altura de las estrellas desde el horizonte. Sirve para medir la distancia angular entre dos objetos, tales como dos puntos de la costa o un astro y el horizonte.

Al determinar la altura angular del sol o de cualquier otro astro por encima del horizonte se puede, mediante cálculos matemáticos, determinar la situación en la que se encuentra el observador.

También con un sextante podemos calcular la distancia a la que nos encontramos de una baliza o un punto fijo de la costa.




Aunque su uso se ha restingido en razón del desarrollo de los sistemas de posicionamiento por satélite, como el GPS y la carta de navegación digital, y aunque el sextante más corriente valga diez veces más que un GPS, es un medio confiable que los navegantes tienen que saber usar por si fallan los dispositivos electrónicos.




Las posiciones de los astros y de los objetos sobre la Tierra vienen dados por ángulos. Hasta las distancias en la superficie de la Tierra pueden expresarse en forma de ángulos.

El sextante, como hemos dicho, es un instrumento que mide ángulos. Los ángulos se miden en grados, segundos y minutos. Una circunferencia completa tiene 360°. Un grado tiene 60 minutos. Los segundos de grado no se utilizan en la navegación, ya que el sextante no tiene precisión suficiente para medirlos.

La milla náutica, equivalente a 1852 metros, es una medida de convención que se estableció para simplificar las conversiones entre ángulos y distancias. Una milla náutica corresponde a un arco de un minuto de grado sobre la superficie terrestre. Así resulta muy sencillo convertir ángulos en millas y viceversa. Los ángulos y las distancias son, por lo tanto, equivalentes.

Una excepción son los minutos de longitud, que equivalen a una milla sólo en las proximidades del Ecuador terrestre. Otra equivalencia importante en la navegación es la de las horas y los grados de longitud. Como la Tierra realiza un giro de 360° cada 24 horas, cada hora se corresponde con 15° de longitud.




Vamos a imaginar por un momento que la Tierra fuera el centro del universo. Aunque hoy en día sepamos que este modelo es poco realista, durante muchos siglos se creyó así y ahora nos puede ayudar a comprender cómo los cálculos astronómicos nos pueden ayudar en la navegación.

Imaginemos que alrededor de la Tierra se encontrase otra esfera mayor, centrada en el mismo punto, donde los astros estuvieran fijos, como pintados en sus paredes interiores. A esta otra esfera imaginaria se la llama esfera celeste.

Para calcular nuestra posición en la Tierra usamos un sistema de coordenadas que consiste en dos ángulos: latitud y longitud. La latitud es la distancia en grados medida a partir del Ecuador terrestre en dirección norte-sur. La longitud es el ángulo que forman en el polo los meridianos de Greenwich (en Inglaterra) y el del punto considerado.

De igual modo, la posición de un astro en la esfera celeste puede describirse con dos ángulos. La medida equivalente a la latitud del astro en la esfera celeste se llama declinación. La declinación es la distancia en dirección norte-sur a partir del ecuador celeste. La medida correspondiente a la longitud del astro en la esfera celeste se denomina ascensión recta (AR).

Así como la longitud terrestre es la medida a partir de un meridiano arbitrario (Greenwich), la ascensión recta de un astro es la medida a partir del llamado punto vernal (también llamado primer punto de Aries).





Las estrellas tienen posiciones casi fijas en la esfera celeste. El Sol, la Luna y los planetas se mueven a lo largo del año, pero este movimiento es lento comparado con el movimiento debido a la rotación de la Tierra.

Consideremos por ahora que los astros tienen posiciones fijas en la esfera celeste. Imaginamos que la Tierra fuera el centro del universo y que permanece quieta mientras la esfera celeste gira en torno a ella y que realiza una vuelta completa cada 24 horas.

El eje de rotación de la esfera celeste pasa por los polos de la Tierra y de la esfera celeste. Los ecuadores de la Tierra y de la esfera celeste están, por tanto, en el mismo plano. Los astros, fijos en la esfera celeste, también giran en torno a la Tierra. Los polos celestes, como están en el eje de rotación, se quedan quietos en el cielo.

Así, un astro situado cerca de un polo de la esfera celeste parece estático si lo vemos desde la Tierra. Es el caso de la Estrella Polar, que se encuentra en las proximidades del polo norte celeste (su declinación es de 89°05'N). Siempre está en dirección norte. Es fácil, por lo tanto, determinar el norte por la Estrella Polar. Infelizmente no puede verse desde el hemisferio sur y no existe ninguna estrella tan convenientemente posicionada en el Polo Sur celeste.




Supongamos ahora que en un momento determinado trazamos una recta uniendo el centro de un astro con el centro de la Tierra. El punto donde esta recta toca la superficie de la Tierra se llamaposición geográfica del astro, o simplemente PG. Un observador colocado sobre la PG de un astro verá este astro directamente en la vertical, sobre su cabeza.

Cuando el astro gira con la esfera celeste, su PG se mueve en la superficie de la Tierra. La PG del Sol, por ejemplo, se mueve a una velocidad de aproximadamente 900 nudos, cerca de 1 milla náutica cada 4 segundos. Otros astros más cercanos a los polos se mueven más despacio.

Como los ecuadores terrestre y celeste estań en el mismo plano, la latitud de la PG es igual a la declinación del astro. La longitud de la PG se llama ángulo horario en Greenwich o AHG, en alusión a la correspondencia entre las horas y la longitud.

Podemos determinar, con ayuda del almanaque náutico, la posición geográfica (declinación) del AHG de un astro. Para eso es de fundamental importancia que sepamos el momento exacto que nos interesa. Cuatro segundos de error pueden significar hasta 1 milla de error en la posición geográfica del astro. Esto da una idea de la importancia para la navegación de tener un reloj que nos dé la hora precisa.



Otro punto importante es el cénit. El cénit es el punto de la esfera celeste situado en la vertical, sobre la posición del navegante. La recta que une el cénit al centro de la Tierra toca la superficie terrestre en la posición del navegante, que es la posición que pretendemos determinar.

La distancia del PG del astro al punto donde se encuentra el navegante se llama distancia cenital. Esta distancia puede expresarse tanto en millas como en grados, ya que representa un arco sobre la superficie esférica de la Tierra.

El ángulo horizontal que forma esta distancia con el norte verdadero se llama azimut (Az) del astro. El azimut, entonces, es la dirección o rumbo en el que se encuentra la PG del astro. Los astros están a gran distancia de la Tierra, de modo que los rayos de luz que provienen de ellos e inciden sobre la PG y sobre el navegador son paralelos. La distancia cenital, medida en grados, es igual al ángulo que el navegante observa entre el astro y la vertical.




Es difícil, sin embargo, medir este ángulo dada la dificultad de determinar con precisión la dirección vertical. Es más fácil medir el ángulo que se forma entre la horizontal y el astro. Este ángulo tan importante para la navegación se llama altura (H) del astro. La altura del astro se toma con elsextante en la vertical, y se mide el ángulo entre el horizonte y el astro. La distancia cenital es igual a 90° menos la altura del astro.

La distancia cenital y la PG del astro, a pesar de todo, no bastan para determinar nuestra posición. Con esos valores, sabemos solamente que nuestra posición real está sobre el círculo cuyo centro es la PG del astro y cuyo radio es la distancia cenital. Este círculo se llama círculo de altura.




Cualquier observador posicionado sobre este círculo ve el astro a la misma altura, sólo que en azimuts diferentes. Supongamos que un navegante que estuviera sobre el círculo observara el astro a una altura de 65º. Como ya vimos, la distancia cenital es de 90°-H, o 25°. Para determinar la distancia cenital en millas, multiplicamos por 60, ya que cada grado equivale a 60 millas. Así, la distancia cenital que también es el radio del círculo, es de 1500 millas náuticas.

Por más perdidos que estemos, siempre podremos estimar más o menos nuestra posición a partir de la posición geográfica del astro (obtenida en el almanaque náutico) y de la distancia cenital (calculada mediante la altura del astro medida con el sextante).