Se requieren equipos especializados y guias expertos, pero caminar sobre el glaciar Franz Josef en Nueva Zelanda, es una experiencia inigualable que bien compensa el frío.
Los hielos milenarios del glaciar, brindan rincones únicos, con cascadas de hielo, cuevas y pasajes estrechos, que por supuesto, requieren un esfuerzo no menor para atravesarlos.
El Glaciar Franz Josef se encuentra en el Parque Nacional Westland, cerca de la costa oeste de la Isla Sur con la curiosidad que desciende hasta unos 300 metros sobre el nivel del mar, y muy cerca de él. Cualquier excursión, tiene su punto de partida en un pequeño pueblo (del mismo nombre) a unos 5 kilómetros que sirve de base para adentrarse en un área de bosque templado que rodea al glaciar.
Su nombre se lo dio un explorador alemán como tributo al emperador austríaco homónimo, y recibe más de 250 mil visitas de turistas al año.
El glaciar Franz Josef está creciendo aproximadamente un metro al año, aunque a largo plazo se cree que la tendencia es a encogerse.
Nace de los Alpes neozelandeses, es una de las atracciones naturales de Nueva Zelanda, con sus doce kilómetros de largo, tiene el río Waiho, que desemboca 19 kilómetros después en el Mar de Tasman. Junto con el glaciar Fox y el Perito Moreno (Argentina), es el único que está en un bosque lluvioso.
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