A lo largo de cientos de años, en Filipinas, los pueblos nativos descendientes de los Batad se encargaron de tallar montañas para adaptarlas a sus necesidades para la producción agrícola. El resultado de la tarea realizada de un modo manual es una obra descomunal: un área de más de 10.000 kilómetros cuadrados de cordillera completamente tallada con terrazas de cultivo en sus laderas, en el área de Banaue (Banawe), un municipio de la provincia de Ifugao, en Filipinas..
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