Aguas que caen graciosamente como hilos blancos por entre medio de las rocas dándole a este paisaje exuberante una magia particular. Así es la catarata Detian, que es transnacional porque se encuentra entre las fronteras de China y Vietnam y cuyas dimensiones la hacen ser la segunda más grande de Asia en su tipo.

La Catarata Detian es la principal de todo el conjunto y se visita desde el lado chino del río Guichun, siendo el gran atractivo del lugar. Por su parte, la Cascada de Gioc está en la parte vietnamita del río y es también muy bella por lo que no hay que dejar de conocerla para entender en su totalidad este sistema acuático.
Las caídas de agua van descendiendo en tres niveles distintos armando una postal maravillosa. La parte china del complejo donde están las Cascadas se extiende por 120 metros de ancho y la vietnamita por 200. Pararse frente a ellas es ver toda la fuerza y la delicadeza, a la vez, de la que es capaz la naturaleza.

Al llegar al llano, los hilos de agua descansan en una piscina tan ancha y calma como un gran espejo, cuya profundidad sobrepasa los treinta metros. Allí, algunos pescadores llegan a diario para obtener unos peces muy particulares que se reproducen en el estanque natural. A la par que esperan que tiran sus redes, entonan melodías folclóricas haciendo de esta rutina un momento realmente alegre y pintoresco.


No hay que dejar de conocer el Lago Quiaomiao, el Río Guichun que pasa por la frontera, el río Heishui, la Cascada Shatun y demás sitios que incluyen tanto reliquias culturales como animales locales que harán que entiendas toda la historia de este rincón asiático. Además, su buen clima –aunque muy lluvioso- hace que cualquier momento del año sea bueno para viajar a la Cascada más bonita de China.
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