El desierto Dash-e Lut de Irán no tiene vida a simple vista. Para empezar, la elevada temperatura no se puede pasar por alto. Si bien es algo imaginable para un paisaje de éste tipo en su situación geográfica, en Dash-e Lut, y según mediciones satelitales realizadas por la NASA entre los años 2004 y 2005, se encuentran las zonas terrestres capaces de alcanzar las temperaturas más elevadas registradas: unos 70,7º C. Hablamos nada menos, que del desierto más ardiente del planeta. En consecuencia, el desierto es un lugar no apto para la vida, un lugar abiótico o “vacío”, según su propio significado.
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