Esta playa entre acantilados blancos se encuentra en Italia.
El acantilado rocoso que es Scala dei Turchi forma parte de la costa de Realmonte, cerca del Puerto Empedocle, al sur de Sicilia. Ese particular color blanco está constituido de marga, una roca sedimentaria que colorea el paisaje como ninguno otro elemento podría hacerlo.
Además, para ambos extremos existen dos playas con arena perfecta a las que se accede a través de una forma natural que se ha dibujado sobre la roca que la hace parecer una escalera, y de allí su nombre (ya que scala es escalera en italiano). La referencia a los turcos mantiene vivo los tiempos en que se llevaban a cabo redadas entre éstos y los piratas de la Costa Bárbara.
Todo un escenario que no puede dejar de cautivar los sentidos: las ondulaciones que parecen talladas a mano, el sonido del mar en su constante devenir, las aves revoloteando. Un costado costero que, podríamos decir, resulta bastante inesperado en Italia.
La “Scala dei Turchi” está precisamente a 18 kilómetros de Agrigento en la isla de Sicilia. Cuando uno se va acercando por la carretera principal, más y más, la formación se ve levantarse imponente en el horizonte. Basta esa primera impresión para anticipar la belleza que la naturaleza nos ha guardado frente al mar.
Al enfilar hacia las playas, donde el agua los asombrará por lo prístina que es, las escaleras famosas se dibujarán ante nosotros invitándonos a seguirlas hasta desembocar frente al horizonte. Las playas que encontrarás en la Scala dei Turchi son Rosello, Giallonardo, Le Pergole y Punta Grande, que son ideales para retozar al sol y dejarse acariciar por su arena fina.
Aunque la muralla rocosa nos haga pensar que estamos en un lugar aislado y alejado de todo, lo cierto es que muy cerca de estas playas encontraremos restaurantes, hoteles, con todo lo que se necesita para poder armar un viaje de algunos días en este rincón de Italia.
Por supuesto en verano es cuando encontrarás la actividad a pleno porque los turistas aprovechan los días para refrescarse en el mar pero, al caer el sol, las fiestas y conciertos al aire libre se multiplican, haciendo que la diversión esté garantizada. Si prefieres cambiar fiestas por conocer algo más de la cultura de Sicilia, nada mejor que planificar (o improvisar, eso va a gusto de cada uno) una visita al pueblo de Realmonte, conocer la Torre de Monterosso y los restos de una hermosa Villa Romana. También puedes recorrer Agrigento y el Valle de los Templos, créeme que no te imaginas todo lo que esta isla tiene para mostrar.


El acantilado rocoso que es Scala dei Turchi forma parte de la costa de Realmonte, cerca del Puerto Empedocle, al sur de Sicilia. Ese particular color blanco está constituido de marga, una roca sedimentaria que colorea el paisaje como ninguno otro elemento podría hacerlo.

Además, para ambos extremos existen dos playas con arena perfecta a las que se accede a través de una forma natural que se ha dibujado sobre la roca que la hace parecer una escalera, y de allí su nombre (ya que scala es escalera en italiano). La referencia a los turcos mantiene vivo los tiempos en que se llevaban a cabo redadas entre éstos y los piratas de la Costa Bárbara.
Todo un escenario que no puede dejar de cautivar los sentidos: las ondulaciones que parecen talladas a mano, el sonido del mar en su constante devenir, las aves revoloteando. Un costado costero que, podríamos decir, resulta bastante inesperado en Italia.


La “Scala dei Turchi” está precisamente a 18 kilómetros de Agrigento en la isla de Sicilia. Cuando uno se va acercando por la carretera principal, más y más, la formación se ve levantarse imponente en el horizonte. Basta esa primera impresión para anticipar la belleza que la naturaleza nos ha guardado frente al mar.
Al enfilar hacia las playas, donde el agua los asombrará por lo prístina que es, las escaleras famosas se dibujarán ante nosotros invitándonos a seguirlas hasta desembocar frente al horizonte. Las playas que encontrarás en la Scala dei Turchi son Rosello, Giallonardo, Le Pergole y Punta Grande, que son ideales para retozar al sol y dejarse acariciar por su arena fina.

Aunque la muralla rocosa nos haga pensar que estamos en un lugar aislado y alejado de todo, lo cierto es que muy cerca de estas playas encontraremos restaurantes, hoteles, con todo lo que se necesita para poder armar un viaje de algunos días en este rincón de Italia.
Por supuesto en verano es cuando encontrarás la actividad a pleno porque los turistas aprovechan los días para refrescarse en el mar pero, al caer el sol, las fiestas y conciertos al aire libre se multiplican, haciendo que la diversión esté garantizada. Si prefieres cambiar fiestas por conocer algo más de la cultura de Sicilia, nada mejor que planificar (o improvisar, eso va a gusto de cada uno) una visita al pueblo de Realmonte, conocer la Torre de Monterosso y los restos de una hermosa Villa Romana. También puedes recorrer Agrigento y el Valle de los Templos, créeme que no te imaginas todo lo que esta isla tiene para mostrar.


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