La isla de Bafffin se parece a un mundo perdido y helado, es una de las islas más grandes del mundo, más despoblada, desolada, y más inexplorada.
En ella se incluye el parques nacional más antiguo del planeta al norte del círculo polar Ártico.
La isla de Baffin también es llamada como la “tierra de la piedra plateada”, y es parte del archipiélago del ártico canadiense. En concreto, es la quinta isla más grande del mundo, pertenceciente al territorio de Nunavut. Está habitada desde hace varios milenios por pueblos indígenas anteriores a los inuit. Al menos desde hace 4.400 años.
El paisaje, alterna desde un cordón montañoso, hasta llanuras heladas, una costa con fiordos, y gran parte de la superficie cubierta de glaciares que a menudo llegan hasta el mar. El clima, es inusualmente más frío de lo esperable para su latitud, lo que lo hace sumamente inhóspito. Apenas hay algunos poblados permanentes, y la isla completa, la mayor parte del años está cubierta de hielo marino.
Entre tanto desierto blanco, no faltan ejemplares de animales, entre los que se cuentan el caribú, el oso polar, el zorro ártico, la liebre ártica, el lemming y el lobo ártico. Aves migratorias y la fauna marina completan un panorama que no deja de ser sorprendente. Incluso desde ésta toma aérea se pueden observar los narvales que se encuentran a lo largo de la costa.
Ee pueden encontrar intentos de ocupación humana, como ésta base abandonada.
Iqaluit es la ciudad más importante de la isla, capital del territorio de Nunavut, un minúsculo punto de civilización que a veces hasta las nubes se encargan de ocultar.
Con una población de 6.700 habitantes, en su mayoría de origen inuit, el poblado fue una antigua base aérea, y debido a su clima es un punto donde ni en verano alcanza a crecer un árbol. Es de esperar, que cada detalle constructivo en Iqaluit está pensado para adaptarse al clima extremo.
En la actualidad, la poca población de la isla de Baffin vive de la pesca, la minería y el turismo, una actividad que crece lentamente.