
Álvar Núñez Cabeza de Vaca. Nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz) no se sabe bien en qué año (1490-1495).
Su padre era hidalgo, aunque quedó huérfano de padre y madre a una temprana edad.
Lo de ser conquistador parece que venía ya en su familia hidalga de tiempo atrás. Su abuelo fue uno de los conquistadores de la isla de Gran Canaria.
Considerado uno de los grandes conquistadores y exploradores españoles de América junto con Hernán Cortés y Francisco Pizarro, aunque no tan famoso como ellos.
Su padre era hidalgo, aunque quedó huérfano de padre y madre a una temprana edad.
Lo de ser conquistador parece que venía ya en su familia hidalga de tiempo atrás. Su abuelo fue uno de los conquistadores de la isla de Gran Canaria.
Considerado uno de los grandes conquistadores y exploradores españoles de América junto con Hernán Cortés y Francisco Pizarro, aunque no tan famoso como ellos.
Siendo joven, entró en al servicio de la casa de Medina-Sidonia.
En 1527 fue miembro de una expedición que tenía por finalidad la búsqueda de oro, integrada por 300 hombres y capitaneada por Pánfilo de Narváez. Lo que iba a ser una gran gesta, se convirtió en una auténtica ruina, el territorio cuando no era inhabitable, estaba infestado de indios beligerantes.
Si a esto se le suma que Pánfilo de Narváez era un autentico inepto para llevar una expedición, tenemos a 300 hombres que pasan de barco a una especie de balsa, tomando tierra en la peor de las condiciones posibles.
La expedición llegó a la bahía de Tampa después de naufragar sus naves, hacia abril de 1528, y de allí se dirigieron por tierra hacia México. Fueron muriendo muchos de los integrantes de este grupo, por lo que Álvar Núñez Cabeza de Vaca se convirtió en jefe de estos conquistadores.
Finalmente, fue capturado junto a sus hombres por indios hostiles.
Tras seis años de cautiverio, Álvar Núñez Cabeza de Vaca y otros tres expedicionarios lograron huir. Estos tres compañeros de fatigas eran Alonso del Castillo Maldonado, Andrés Donantes y Estebanico. Este último fue el primer africano en pisar territorio de lo que hoy es EE. UU. Si bien no se sabe si era negro o si era bereber.
Tenemos pues, a Cabeza de Vaca y a sus tres compañeros que no saben para donde tirar, si para el Sur, en dirección a Nueva España (México) o hacia el Norte (en busca de tesoros y ciudades fabulosas). Optan por la segunda opción y remontan el río Grande (o Bravo).
¿Cómo se ganaban la vida entre las tribus indígenas estos cuatro extraños extranjeros?, lo que se les ocurrió fue hacerse curanderos.
Su forma de curar era imponiendo las manos sobre los enfermos y rezando avemarías y padrenuestros en latín. Llegó un momento en que se les pidió una gran muestra de su habilidades: el hijo de un cacique de la región, tenía clavada la punta de una flecha cerca del corazón.
Ahí se jugaban el todo por el todo, si el hijo del jefe moría, ellos harían lo mismo.
No fue el caso y Cabeza de Vaca consiguió extraerle la punta de la flecha y desde entonces su fama de grandes curanderos les precedía.
Haciendo de curanderos itinerantes exploraron lo que hoy es el suroeste de EE. UU. y norte de México, donde convivieron con tribus dedicadas a la caza del bisonte.

Itinerario a pie de Cabeza de Vaca y sus tres compañeros
Finalmente llegaron a un asentamiento español, cerca de Culiacán, en el año 1536 los cuatro súbditos del reino de castilla que estuvieron deambulando a pie por lo que hoy es Texas, y Norte de México alrededor de 10 años.
Cuando le dieron a Cabeza de Vaca su nuevo destino en América del Sur, sus ansias de oro y ciudades fabulosas estaban más que apagadas con la realidad con que se encontró de 10 años de penurias sin haber vislumbrado nada parecido a las leyendas.
Cabeza de Vaca escribió sus relatos y narraciones sobre sus expediciones en la obra "Naufragios de Álvar Núñez Cabeza de Vaca, Adelantado Gobernador del Río de la Plata".
Entre 1541 y 1542 estuvo al frente de una expedición que recorrió 1.600 kilómetros, a través del sur de lo que es hoy Brasil, hasta Asunción, desde donde intentó repoblar Buenos Aires y envió dos infructuosas expediciones al Chaco.
En esta expedición descubrió las cataratas del Iguazú.
En Asunción tuvo múltiples roces con los colonos y capitanes de la región: él quería llevar las leyes castellanas a esa parte del mundo (entre otras muchas cosas aplicar las Leyes de Indias de protección del indígena) y los demás lo que querían era encontrar tesoros y ciudades perdidas.
Al final, sus compatriotas se sublevaron, lo tomaron prisionero y acusaron a Cabeza de Vaca de abusos de poder. Fue mandado de vuelta a España donde fue juzgado y desterrado a Orán en 1545.

Cataratas de Iguazú

Sus últimos años de vida son una incógnita.
Hay historiadores que creen que al final tuvo un puesto de importancia en la ciudad de Sevilla y otros que terminó sus últimos días en un monasterio. No hay constancia histórica de ninguno de los dos hechos. Incluso de su muerte no se sabe muy bien ni cuando ni donde fue, si en Sevilla o en Jerez de la Frontera, sobre el año 1560.

Escultura de Cabeza de Vaca en Jerez de la Frontera